AL EXLEGISLADOR AMAZÓNICO CLÉVER JIMÉNEZ POCO O NADA LE IMPORTA LO DE EX. EN LA CONTRAPORTADA DE SU NUEVO LIBRO PUEDE LEERSE: “MIENTRAS MI PUEBLO NO ME DIGA LO CONTRARIO, SIGO SIENDO SU LEGISLADOR Y CONTINUARÉ INVESTIGANDO Y DENUNCIANDO LAS IRREGULAIRDADES DEL GOBIERNO MAS CORRUPTO DE LA HISTORIA”. JIMÉNEZ LANZA SU VERSIÓN SOBRE LOS HECHOS DEL 30S, DOS MESES DESPUÉS DE HABER SALIDO DE LA CLANDESTINIDAD Y A POCOS DÍAS DE HABER RECIBIDO UNA NUEVA ACCIÓN PENAL EN SU CONTRA POR PARTE DE SU ACUSADOR DE RIGOR: EL PRESIDENTE CORREA.
Usted lanza un libro en circunstancias que el presidente Correa pide una nueva acción penal en su contra -y de Fernando Villavicencio y Carlos Figueroa- por desacato. ¿No es una provocación?
Este libro lo escribí durante el año que pasé en la clandestinidad, lastimosamente por el temor de las imprentas de producirlo, se postergó el lanzamiento. Solo dos meses después de mi libertad, he podido conseguir hacerlo una realidad.
¿De qué se trata el libro?
Tiene dos aspectos fundamentales, distribuidos en diez capítulos. La primera parte está relacionada con el 30 de septiembre. Establecemos con una amplia bibliografía, recopilación de documentos e informes, lo que realmente pasó ese día. Se puede determinar con claridad quién fue el responsable o culpable de aquellos tristes acontecimientos donde hubo muertos y heridos y se disparó contra un hospital.
Y de otra, parte, el resto de capítulos tienen que ver con la denuncia que presentamos en primera instancia contra el presidente de la República, el juicio que el nos siguió, las violaciones al debido proceso, a las normas constitucionales, el paso nuestro por Sarayaku, los allanamientos a nuestros domicilios, a mi oficina en la Asamblea; en fin, todas las formas en las que el presidente Correa metió las manos a la justicia.
¿Usted se ratifica en lo que provocó el juicio en su contra?
Por supuesto. Me ratifico en que el único responsable de los lamentables acontecimientos del 30 de septiembre es el presidente de la República. Y no lo digo por decirlo. Eso dicen los informes de las Fuerzas Armadas, de la Policía Nacional, todo eso se encuentra plasmado en esta obra.
“Me ratifico en que el único responsable de los lamentables acontecimientos del 30 de septiembre es el presidente de la República”.
¿Le sirvió de ayuda o de referencia el libro que publicó el exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Ernesto González Testimonio de un Comandante?
Para ser honesto, no he revisado ese libro, no lo tengo. Él sacó su libro cuando yo estaba en la clandestinidad, así que no he tenido la oportunidad de leerlo. Y tenía pensado sacar mi libro antes que el del general González, la fecha inicial era el 30 de septiembre de 2014, pero no fue posible.
¿Qué es lo que usted pretende con este libro acerca del 30S? ¿Revivir el tema y para qué?
Más que revivir, este es un testimonio de lo que realmente pasó el 30S y un testimonio de cómo se utilizó la justicia del Ecuador para perseguir a tres personas, entre ellos yo, que lo único que hicieron es cumplir con su función. En mi tarea de legislador, lo que hice fue cumplir con lo que me ordena la Constitución y el mandato del pueblo.
“Por fiscalizar a uno de los más corruptos de la historia, fuimos perseguidos de una manera increíble”.
Por la fiscalización que emprendimos en contra de este gobierno, uno de los más corruptos de la historia del país, fuimos perseguidos de una manera increíble, con toda la estructura del Estado en nuestra contra. El libro es un testimonio que relata la forma como nos persiguió por la Fiscalía desde el primer momento que presentamos la denuncia en contra del presidente, el mismo fiscal Galo Chiriboga violó todas las normas legales y constitucionales, cerrando el círculo con una sentencia como la que emitió la exjueza Lucy Blacio.
El presidente quiso meterlo preso a usted y a Carlos Figueroa y Fernando Villavicencio, sin conseguirlo. Este libro va a ser como echarle sal en la llaga, probablemente. ¿Qué reacciones espera usted?
No sé como lo tome el presidente de la República, pero sí es importante que el país tenga un baño de verdad, que conozca en base a documentos oficiales y públicos qué pasó el 30 de septiembre y cómo operó la justicia para cumplir los designios de Carondelet.
“Es importante que el país tenga un baño de verdad”.
Parecería que usted no escarmienta. Estuvo un año clandestino, escondido y ahora saca este libro.
Más que escarmentar o no, es mi obligación como ecuatoriano responsable de mis actos difundir lo que realmente pasó en la historia reciente de nuestro país. Es mi obligación seguir denunciando la corrupción y eso lo seguiré haciendo.
A propósito de corrupción, el pasado 24 de mayo se detuvo a una asambleísta de Alianza País, denunciada por el propio gobierno, en lo que han denominado una gran cruzada anticorrupción. ¿Qué opina al respecto?
Es un nuevo show de Rafael Correa, es una farsa, porque yo he presentado decenas de denuncias de corrupción debidamente documentadas, no solo a la Fiscalía, también a la Contraloría, a la Procuraduría, a la Superintendencia de Bancos y no ha pasado nada.
“El caso de la asambleísta de Alianza País detenida el 24 de mayo es un nuevo show de Rafael Correa. Allí también se ha violado el debido proceso”.
Algunas de mis denuncias, las más importantes, han sido presentadas al propio presidente de la República y hasta hoy no se ha hecho absolutamente nada. Es una farsa más del gobierno y del presidente para tapar los problemas críticos que está viviendo el país en materia económica y en inseguridad.
¿No ve usted ninguna intención de depurar el gobierno, como se asegura en la versión oficial?
La gran cantidad de denuncias de corrupción que presenté siguen durmiendo en la Fiscalía, la gran alcahuete de este gobierno. Y nada se ha hecho. Mas bien se ha ido en contra de quienes hemos combatido la corrupción. Están tratando de decir que ellos son los honestos, pero nadie les cree. No olvidemos que aquellos denunciados por actos de corrupción son homenajeados por el presidente de la República y son protegidos por su justicia.“La Fiscalía es la gran alcahuete de este gobierno”.
Las encuestas indican que la imagen y la credibilidad de la Asamblea está a la baja. ¿Se intenta levantar esa imagen con estos actos?
Yo creo incluso que esos números que se han presentado están errados porque la Asamblea está por los suelos. Lamentablemente la actitud de 100 asambleístas en este periodo y los del periodo anterior, han conseguido que el pueblo ya no crea en la Asamblea Nacional, el primer poder del Estado, que le debe el 100% de fiscalización al pueblo y lo único que ha hecho es cumplir con el trámite de las leyes que le envía Carondelet.
Se ha convertido en una oficina de trámite de los caprichos y la voluntad del presidente de la República. Y esto va a pique porque la Asamblea sigue estando sumisa. Intentan lavar la imagen y no encontraron mejor chivo expiatorio que una compañera de ellos mismo, que también le han violado el debido proceso.
“La Asamblea Nacional se ha convertido en una oficina de trámite de los caprichos y voluntad del presidente de la república”.
Si realmente la señora cometió un delito es importante que exijamos el debido proceso, porque si se lo violenta lo que están haciendo es nulitar todo y finalmente tendrán que dejarla libre. Y lo que es peor podrá pedir resarcimiento por los daños morales que se le puedan ocasionar. La Constitución de la República no permite que un juez por sí solo tome la decisión de si una acción es o no es inherente a sus funciones de legislador.
Eso lo determina únicamente la Asamblea Nacional, no solamente por historia, sino por la propia Constitución. Esto es todo un circo preparado por el presidente de la República y, obviamente, tiene sus payasos en la justicia ecuatoriana.
El hecho que la asambleísta detenida sea de Esmeraldas, una provincia marginada, deja fuera a ciudades grandes como Quito y Guayaquil. ¿Será que no pasa nada en estas urbes?
Hay muchísimas denuncias por enormes montos, no solo presentadas por Cléver Jiménez, sino por otros legisladores. Hay denuncias con respecto a Patricio Pazmiño, presidente de la Corte Constitucional, con respecto a los negociados petroleros, hay denuncias en materia minera, telefónicas, seguros y reaseguros, en Coca Codo Sinclair, pero no pasa absolutamente nada. Ahora montan un show por $800.000 con pruebas que ni siquiera son avaladas por la justicia ecuatoriana.
Redacción Focus
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